Esto paso mas o menos hace 6 a 7 años atrás cuando aun no existía el crow en Pasamayo. Un día q estábamos arriba en el serpentín listos para bajar y correr la clásica ola de “San Juan”, divisamos unas campanas q reventaban para el lado derecho. Hasta que un día dijimos “vamos a ver ese point”.
Cuando llegamos vimos unos tubos cristalinos formando rampas, haciendo de este un paraíso corchero. La naturaleza nos regalo un gran bombardeo de campanas perfectas con tubos q parecían juguetes y nos vacilamos mucho, y le agradecimos a dios por habernos dado este regalo tan grande.
Días mas tarde, felices por el descubrimiento, le avisamos a una gentita y empezamos a bajar seguido. Hasta que llego un día en que el mar se paso de vueltas.
Junto con unos amigos: Cuty, Séller y el chato Juan Carlos lo chequeamos desde arriba del serpentín, se veía bien pasado pero decidimos bajar a correlo de puro necios, “total, ya estamos aquí”, pensamos. Llegamos a las campanas y estas se tiraban bien cerradas, no abrían. En eso... hacia el lado derecho... divisamos una campana q reventaba pegado a un cerro, era una derecha de esas mágicas que te regalan uno de esos tubotes con spray, esos que hacen que uno se quede con la boca abierta.
El mar nos regalo una sesión espectacular de olas que estaban entre los 2 metros y 2 metros y medio, bien sólidas, por ahí unas que venían mas grandes fácil. Agarre una glass y bien formada, era un tubo de 2 metros y medio mas o menos. Ni bien la baje, ya estaba encarriladazo cual ferrocarril que cruza el túnel. Uno de mis patas me ve y quiso entrar como sea, yo desde el tubo le grite: Oeeeee!!! para q no se meta, pero él se mando nomás y cayo de una altura que lo descolgó aparatosamente, cayendo de mandíbula contra el fondo, el labio lo destruyo. Luego del remesón salió y se había zafado la mandíbula.
Desde ahí le pusimos a esa playa “Mandíbulas”; ese día no lo olvido hasta ahora, lo corrimos increíble. A la 1era playa le pusimos “Waimeita” en alusión a la hawaiana campana de Waimea, pero a pequeña escala claro, nombre que ya quedó y que fue idea de el chato Marlon.
Paso buen tiempo que lo corriamos hasta que un día se la enseñamos a Jorge Saavedra, y lo empezó a correr con nosotros muy seguido, junto con el Chancay y una comitiva mas. Luego un día llegaron con Agustín Panizo para una secuencia de fotos para su revista en aquel entonces.
A toda la gente le gusto la playa y siguieron bajando seguido, hasta que paso un tiempo y dejaron de correrla por el fenómeno del Boom de San Pedro. Pues tu sabes la historia y la mística que te atrapa de esa increíble playa.
Nosotros igual siempre la seguimos corriendo, pues sigue siendo una buena alternativa y por que es full diversión.
Las condiciones bíblicas son: Mar mediano, un Swell norte y sin viento.
TEXTO POR: RONALD ANGELES MELGAREJO, “EL OREJAS”.
FOTOS POR: JOSÉ HERRERA SANTOS, “PEPO”.